domingo, 9 de julio de 2017

FORTALECER EL ALMA

Amigos!!:
¿Cómo están?, yo como siempre feliz de que una nueva semana nos reúna en este espacio que fue creado para que compartamos un poquito de lo que vamos aprendiendo en la vida. Espero con la gracia de Dios que poco a poco vayamos llenando cada espacio de nuestro corazón con su amor infinito.
Los días pasan con la acostumbrada prisa que parece caracterizar nuestro tiempo, sin embargo que no nos impida disfrutar de las cosas más simples, de la sencillez que caracteriza la vida y que encierra toda la belleza de estar vivos!!.

Me gusta pensar que todos a nuestro modo vamos aprendiendo las lecciones que nos tocan a cada uno, pero esta semana particularmente quiero compartir con ustedes algo que he aprendido de tantos tropiezos que di a lo largo de mi camino.
Descubrí que la mayor parte de las cosas que quitan la paz son realmente artificios en los que cae la mente, uno deja que todo lo que pasa externamente mellen cada uno de nuestros pensamientos al punto que caemos en una vorágine de temores, reproches, culpas, desasosiegos que terminan por mimar el espíritu al punto que nos roba la paz. Cada uno de esos pensamientos de angustia y de temor no son otra cosa que ladrones que se roban la paz, nuestra paz.

A todos esos malos momentos hay que darles la bienvenida, a cada persona, palabra o acto que nos ha ocasionado una herida profunda hay que darle la bienvenida porque llegaron para comunicarnos aquello en lo cual  necesitamos trabajar más, esa parte de nuestra vida, de nuestra alma que necesita fortalecerse. Es preciso darle la bienvenida porque solo así podremos mantener la paz que necesitamos para ver lo que quiere decirnos cada cosa que nos lastima.

Sucede que normalmente todo lo que forma parte del caos que se ha instalado en nuestra vida tiene un solo propósito, sacudirnos con fuerza para que podamos ver con absoluta claridad aquello que precisamos reforzar en nuestra alma. Cuando estamos atravesando un "mal" momento, cuando sentimos que la tierra bajo nuestros pies ha desaparecido y tenemos la sensación de haberlo perdido todo, de estar en el aire; ese es precisamente el momento de mirar puertas para adentro lo que esa tormenta quiere decirnos, aquello en lo cual precisamos trabajar para salir dos veces más fuertes de lo que empezamos.

Una vez escuché decir que la persistencia crea resistencia y esta frase no pudo aplicarse mejor que ahora, pues cuando hemos sido lastimados reaccionamos como animales feroces, buscamos lastimar a quien no ha ocasionado la herida; pero en el camino nos desgastamos más, nos debilitamos, no recordamos que nuestra verdadera fuerza radica en nuestro interior, que es donde realmente vive Dios y esta esperándonos para sanar nuestras heridas para devolvernos a la normalidad de nuestros días.
Aquello que nos lastimó no tiene otro propósito que hacernos más fuertes pero si nos extraviamos en el camino del dolor, del rencor, de la decepción estaremos haciéndonos más y más débiles, terminaremos siendo arrastrados por la tormenta que se instalo en nuestro camino.

Muchas personas no logran salir de ese estado de rencor, de tristeza (depresión), de venganza; no resulta extraño que terminen por apagarse en su vida, dejaron que la luz de su alma se apague primero.
Las batallas que se libran en la vida no se resuelven en el exterior, las batallas se ganan interiormente, fortaleciendo el espíritu, llenándolo de vida, de amor, de paz; para poder regresar fortalecidos, habiendo arreglado aquello por lo cual la tormenta se instaló en primer lugar.

Los tiempos oscuros solo pueden ser vencidos llenándolos de luz, pero hay que pelear para que esa luz no se apague con los engaños de una mente amedrentada, de una mente temerosa. Cada rincón de oscuridad se ilumina con la luz del alma, por ello se hace necesario abrazarse a la vida, festejarla en cada una de sus caras, darle la bienvenida aunque a veces esto suponga adentrarse en lo oscuro del camino, la luz de nuestro espíritu brillará más fuerte entonces para que podamos descubrir cuál es la razón por la cual un poco de oscuridad era necesaria.

Los seres humanos somos tan valiosos como un diamante y al igual que él se creo a partir de un trozo de carbón sometido a presión y temperatura elevada, necesitamos atravesar todas esas horas de oscuridad para llegar ser seres de luz brillantes y fuertes para continuar.

Que esta semana encuentres aquello que precisas fortalecer en tu alma. Hasta la próxima!!




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