domingo, 4 de junio de 2017

EL MISTERIO DEL CORAZON

Amigos!!!:
¿Cómo están?, Me gustaría decir que estoy celebrando que el Real Madrid salió campeón de la Champions League pero lo cierto es que ensombrece mi celebración lo acontecido en Turín, es triste que tantas personas que se reunieron para presenciar la final y con seguridad alentar a su equipo, hayan tenido que resultar heridas. Consecuencias a pagar por estar inmersos en un mundo enfermo,
Conversando al respecto con una amistad este día, me preguntaba ¿qué se puede hacer para cambiar el mundo?, pienso que para poder apreciar un cambio radical debemos empezar por sanar cada uno de nosotros, sanar nuestros corazones, nuestras almas, nuestras vidas, porque de lo contrario solo estaremos contribuyendo un poco más a la decadencia en la cual nos encontramos.

Todo lo verdaderamente importante en nuestro mundo se desarrolla en nuestra alma, alguna vez ya les había comentado que la puerta que abre ese maravilloso mundo interior en la cual la mayor parte de nuestro mundo se desarrolla es en definitiva el corazón. Ese rinconcito de nuestro ser que muchas veces dejamos contaminar con lo que nos pasa externamente, con las palabras hirientes, con los malos ratos, con las peleas, con las angustias, en fin con tantas cosas a las que nos vemos expuestos exteriormente.

Sin embargo, el corazón es también el gran capitán que dirige el barco de nuestras vidas, ¿alguna vez escuchaste decir que uno elige a quien amar?, he estado pensando en algo que me comentaron hace algunos días y que hoy compartiré con ustedes:
Para comprender la vida de una persona, es preciso reparar en sus afectos; aquellas personas, animales o cosas (pasatiempos, empleos, etc.) que atesoramos en el corazón, son aquellas que describen de alguna manera quienes somos, nuestras relaciones afectivas definen con propiedad quienes somos.

Pensé en esto por mucho tiempo; me di cuenta que es cierto, somos nosotros quienes elegimos en quienes depositaremos nuestros afectos, uno podría decir que es por una suerte de afinidad pero en realidad va mucho más allá.
Cuando conocemos a alguien puede pasar a formar parte de nuestro universo de afectos o simplemente puede solo formar parte de aquellos conocidos que pasan o pasaron por nuestra vida.
Que una persona o animal en particular ocupe un lugar en nuestro corazón es una decisión personal, solo el misterio del corazón conoce la razón por la cual elegimos a quien amar.
Como siempre, pregunte a muchas personas al respecto, con la finalidad de descubrir un patrón que me oriente a desentrañar ese misterio por el cual el corazón elige en quien o en qué depositar su afecto...

Una persona me relató que sus padres siempre tuvieron perros en casa pero que tales animales jamás le llamaron la atención, sin embargo ya en su edad adulta decidió tener un perro, éste poseía cualidades especiales, "se trataba de un hermoso animal" me dijo, pero su carácter no era uno de ellos, "con los días, parecía que solo yo lo comprendía" me dijo con lágrimas en los ojos, al recordar a tan formidable compañía, que falleció hace un par de años.
Le pregunté ¿por qué este perro y no los otros?, me dijo que siempre le costó hacer amigos y que el carácter del animal le recordó eso, que comprendía a la perfección su comportamiento y que en definitiva ese animal jamás dejaría de ocupar un lugar en su corazón; una vez más volvemos al misterio por el cual el corazón elige a quien amar. Esta persona sencillamente no sabía eso cuando adquirió al animal siendo aún un cachorro.

Las personas a las que pregunté esto pudieron enumerar un sin fin de cualidades de aquellos a los que tienen por muy queridos, pero sencillamente jamás pudieron responder qué fue exactamente lo que les llevó a profundizar su lazo con ellos desde el principio.
Lo cierto es que la persona que perdió a su perro hoy tiene por misión personal ayudar a otros animales, quienes formaron un lazo tan fuerte como lo es el matrimonio fundaron familias muy sólidas, aquellos que se aferraron a lo que más aman hacer hoy por hoy tienen negocios o empleos solventes que no solo los mantienen, llenan cada uno de sus días de un gozo incomparable.

Me gusta pensar que cada persona viene con su propia historia escrita, que eso a lo que muchos llamamos destinos es en realidad nuestra obra maestra, que las personas que forman parte de ella son personajes principales (pareja, amigos, hijos, mascotas, etc.) o personajes secundarios (compañeros de trabajo, etc.) pero que uno a uno tenían o tienen un rol importante que nos lleva seguir o reafirmar nuestro camino.

Tal vez jamás sepamos cuál es la razón por la cual nuestro corazón deposita a determinadas personas, animales o trabajos como afectivamente importantes, pero lo que sí sabemos es que cada uno de ellos deja una huella profunda en nuestra vida, como seguramente nosotros estaremos dejando en la vida de alguien más.

Debemos aprender a apreciar el tiempo que tenemos, las personas esperamos a perder aquello que amamos  para valorar el tiempo que pasamos con ellos, cuando en realidad debimos haber valorado el tiempo que pasamos en el momento en que lo tuvimos en las manos, parecería que nuestro corazón conoce un secreto mucho mayor al que podemos imaginar, es él quien nos orienta hacia aquellos que amaremos por el resto de nuestras vidas, probablemente nuestro corazón escuché más atentamente lo que Dios quiere decirnos. Lo menos que podemos hacer es valorar el tiempo que estamos viviendo, ahora, en el presente que es en sí mismo un regalo.

Me gustaría que esta semana y cuantos días sean necesarios; repares lo que cada uno de tus afectos tiene para decirte, probablemente te presentarán con una persona que casi ya habías olvidado: TU MISMO y te hablaran de aquello para lo cual viniste a este mundo: TU MISION. 
Les dejo con una preciosa canción de Sergio Dalma "Se empieza nuevamente". Hasta la próxima!!.




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